He aquí que durante un breve lapso de tiempo, me pasé al “lado oscuro” de las y los teleoperadores y, aunque ha sido por poco tiempo, ha resultado ser muy intenso en cuanto a experiencias y a aprendizaje.
¿Por qué digo lo del lado oscuro? pues porque he estado vendiendo productos de Jazztel (para quien no lo sepa, es una compañía de servicios de internet y telefonía), durante este tiempo. Supongo que ahora ya entendéis mejor la frasecita.
Una de las primeras cosas que he aprendido ha sido que realmente, los teleoperadores tienen sentimientos y no son máquinas repetitivas. sé que habrá gente que sea más agresiva pero lo más probable es que sea requisito de la empresa.
Como decía, he aprendido mucho en los meses que he trabajado televendiendo y de lo que estoy especialmente más orgullosa de este aprendizaje es de mi progresiva pérdida de vergüenza al dirigirme a la gente, aplicado a mi vida cotidiana. Sinceramente es un alivio ser más desinhibida en este sentido.
Otra cosa que he aprendido y aplico es el tratar con amabilidad a mis “ex compañeros” de trabajo cuando llaman para venderme algún producto de alguna compañía. nunca he sido irrespetuosa ni maleducada con ellos pero ahora si cabe, tengo más en cuenta su trabajo.
Y por supuesto, como psicóloga que soy, también he reforzado mis dotes comunicativas (con quienes me dejaban) y he trabajado mucho mucho mi empatía y escucha activa hacia los clientes.
Experiencias, he tenido muchas, algunas de echarme a llorar de rabia y otras de partirme de risa. Tantas experiencias casi, como tipos de clientes.
Así a grosomodo recuerdo contestadores automáticos muy graciosos como uno imitando a Torrente, otro que dejaban hablar a un bebé, otro que rapeaba el mensaje del buzón, otro que fingía que era alguien que te cogía el teléfono…
Luego llamadas de esas cortantes como cuando llamé dos veces a distribuidores de Movistar (o sea la competencia) o cuando llamé a una anciana en una residencia.
y como no, experiencias desagradables de gente que está más que harta de recibir a menudo llamadas de jazztel, de haber pedido que no se les llame más y cuando yo llamo, explotar y con una educación bastante pésima, gritarme, amenazarme con denunciarme y este tipo de amabilidades.
Clientes, como en todo hay de muchos tipos:
- Interesados: Escuchan lo que les ofreces y o bien compran, o bien tienen que consultarlo o bien al final deciden que mejor en otro momento que ahora no pueden cambiarse
- no interesados: Llamas y cuando les has soltado el rollo te cuelgan directamente, o te dicen: “no me interesa, muchas gracias” y cuelgan o en otros casos aunque no les interesa son más amables y te cuentan los motivos de su falta de interés.
- Desubicados: les cuentas de donde llamas y qué les ofreces y no tienen idea de lo que les hablas y aunque se lo expliques, se quedan en el no sé no sé o al final, no interesa.
- Mentirosos: los que notas que se inventan cualquier excusa para largarte como: “no soy el/la titular de la línea, yo sólo trabajo aquí pero los señores no están, no sé cuando llegarán, se han ido de viaje, tengo mucha prisa y no puedo atenderle” etc. En este caso aconsejo encarecidamente que no les déis largas porque lo único que ganaréis es hacerles perder tiempo ya que os volverán a llamar y haceros perder tiempo a vosotros volviendo a tener que atenderles. Sinceridad ante todo, los teleoperadores que se sepa no son caníbales, 🙂 si no os interesa lo que os ofrecen y estáis bien con lo que tenéis, lo deciís y se acabó.
- Maleducados: en cuanto oyen la palabra clave, en este caso Jazztel, te cuelgan sin mediar palabra o los que creyéndose superiores te largan de un modo asquerosamente condescendiente, léase “mira guapita ahora no puedo atenderte” etc.
- Amenazadores: todos los que directamente cuando les has dicho de dónde llamas, empiezan a gritarte “¡a ver si nos enteramos! ¡lo que me estás diciendo es mentira! ¡como volváis a llamar os denuncio a la agencia de protección de datos! ¡no sé a que te dedicas pero no vuelvas a llamar o te denuncio! ¡la hora de la comida es sagrada!” etc etc etc. sé por experiencia propia que es muy cansado porque no recibimos varias llamadas solo de Jazztel, sino de todas las compañías que quieren vendernos algo y es agotador pero hay que entender que quienes nos llaman solo intentan hacer su trabajo y ganarse un sueldo para pasar el mes como cualquiera.
- Y los ilocalizables: que por más que llames y llames, no te coge nadie el teléfono o que cuando llamas te salta una locución diciendo que ese número ya no existe.
Los que me leáis me podréis decir muy justamente que es que hay teleoperadores que realmente también son de lo más desagradable y ofensivo, lo sé porque también los he soportado y porque en mis meses de teleoperadora, más de un cliente y clienta me han contado experiencias anteriores con otros teleoperadores que es para cogerles y despedirles inmediatamente como poco. Pero tratemos de pensar que no todos son iguales y tener algo de paciencia.
Y hasta aquí, mis experiencias tanto como teleoperadora novata como de trabajadora, ya que ha sido mi primera incursión al mundo laboral. ahora estoy de nuevo enbusca de trabajo así que espero volver a estar en activo laboralmente hablando, muy muy pronto